miércoles, 20 de enero de 2016




¿¿Estas pensando en adelgazar??

Este año no te dejes engañar...

Todos los años después de navidad la misma retahíla. Nos invaden los métodos definitivos o revolucionarios de adelgazamiento, los planes detox, mil maneras de compensar los excesos, falacias y falacias que lo único que consiguen es que todos los años andes igual; unos días a dieta y luego si te he visto no me acuerdo.

Sólo el hecho de empezar el año haciendo dieta es motivo para sospechar que la cosa seguramente no funcione.

Existen dos errores muy comunes que solemos cometer estos días;


  •  Pretender compensar los excesos navideños intentando perder peso sea como sea y lo más rápido posible. Solo conseguirás pan para hoy y hambre para mañana. La mejor y más efectiva dieta es la que se hace todos los días, mediante hábitos alimentación saludables. 
  • Intentar adelgazar o cuidarte usando como guía los consejos, remedios e incluso “soluciones” que anuncian estos días los medios de comunicación (televisión, internet, revistas,…). Si tu plan es desintoxicarte, yo empezaría por desintoxicarme de toda la (des)información con las que nos avasallan estos malditos días. Digo desinformación porque en el mejor de los casos son mensajes confusos y contradictorios en donde usan palabras técnicas o científicas para venderte productos o métodos adelgazantes que para nada funcionan.

Aún estas a tiempo, ESTA VEZ HAZLO BIEN. Según publicó hace unos años la fundación española de dietistas-nutricionistas, estas son algunas pistas para detectarlas este tipo de dietas o mensajes fraudulentos; 

  1. Prometen resultados rápidos en poco tiempo. Ni es sano, ni es efectivo. Una vez la dejes, volverás a coger los kilos perdidos. 
  2. Prometen resultados asombrosos o mágicos. Te hacen creer que tu vida cambiará con poco esfuerzo gracias a curas milagrosas, quemadores de grasa, métodos revolucionarios,…
  3. Prohíben el consumo de un alimento o grupo de alimentos, que, casualmente no son alimentos insanos como tal. Es decir, no suele aparecer bollería o hamburguesas, sino alimentos cotidianos como legumbres, pan, fruta… 
  4. Contienen afirmaciones que contradicen a la ciencia y a los profesionales sanitarios. Ejemplo; dieta detoxificante, acelerador del metabolismo. Ni una dieta te puede desintoxicar, ni una dieta te puede acelerar el metabolismo. 
  5. Incluyen relatos, historias o testimonios, sin documentar, para aportar credibilidad. Esto es muy frecuente, a pesar de que existe una legislación que lo prohíbe. Ejemplo; “Gracias a esta dieta mi Cáncer desapareció” “Perdí 20 kilos en una semana y desde entonces soy feliz” 
  6. Se pueden auto-administrar o implementar sin la participación de profesionales sanitarios cualificados. Un buen ejemplo de ello son las dietas adelgazantes que se venden en forma de libros, donde la única opción es que la hagas usted mismo. Cualquier plan de adelgazamiento requiere de la supervisión de un profesional sanitario cualificado. 
  7. Exageran o distorsionan la realidad científica de un nutriente o alimento atribuyéndole proezas propias de un superhéroe. Tal y como pasa con el omega 3, la cetona de frambuesa, el aceite de coco y, así un sinfín de ingredientes que van cambiando en función de la moda. Lo cual dice muy poco de su evidencia científica.
  8. Incluyen el consumo de productos que, casualmente, vende quien promueve el tratamiento dietético. En muchos de los casos solo podrás comenzar la dieta si compras sus productos.
  9. Sostienen que el producto es seguro, ya que es "natural". Se escudan en que son naturales y no tienen efectos secundarios para que los compres, cuando de natural no tienen nada. Que yo sepa no salen de un árbol.
  10. Los productos, suplementos, hierbas o lo que sea que tengas que consumir son caros comparados con el coste de obtener los mismos resultados comiendo alimentos sanos. Recuerda: Lo sano es barato. 
Si aún te quedan dudas de como diferenciar una dieta de adelgazamiento real y efectiva de otra fraudulenta o, simplemente, deseas adquirir hábitos de alimentación sanos para el resto de tu vida, ACUDE A UN DIETISTA-NUTRICIONISTA. Ellos te guiarán para que elijas siempre el mejor camino cuando es tu SALUD la que está en juego.